Las empresas que se dedican a ofrecer servicios de seguridad privada pueden encontrar un nuevo nicho de negocio si prospera la propuesta de la Generalitat, según la cual los vigilantes de seguridad podrían asumir tareas policiales en situaciones concretas, como los controles de tráfico y de acceso a los eventos deportivos, así como en el exterior de las prisiones y en el campo.
El hecho de que personas que hasta ahora han llevado a cabo tareas específicas de un vigilante de seguridad privado puedan llevar a cabo trabajos propios hasta ahora de la policía nacional catalana, provoca que los responsables de estas empresas estén ahora a la expectativa, acerca de los beneficios que puede aportar para el sector.
Según el conceller de Interior catalán, Felip Puig, el hecho de que las empresas privadas de seguridad asuman tareas complementarias como la vigilancia del perímetro de las prisiones o del campo, podrá ayudar a aligerar el trabajo que ahora llevan a cabo los mossos catalanes, pero no compensará, ni mucho menos, la necesidad que el gobierno catalán tiene de incorporar unos 2.000 ó 3.000 mossos d'Esquadra más como efectivos policiales.
En opinión del mismo Puig, esta incorporación no puede hacerse sin tener unas garantías de excelencia, lo que implica un trabajo previo de formación y personalidad. Por eso, está previsto que la Conselleria desarrolle un código de buenas prácticas para este sector, que las empresas de seguridad privada deberán asumir como propio, para conseguir ser reconocidas como autoridad en su colaboración con la administración pública. Adherirse a este documento, cuyo borrador ya está en preparación, no será obligatorio, pero sí que se convertirá en una muestra del compromiso de las empresas privadas de seguridad, ante las nuevas tareas que van a asumir.
El conceller de Interior catalán ha afirmado que el hecho de que las empresas de seguridad privadas asuman tareas complementarias de seguridad pública es algo habitual en otros países de Europa, ya que ofrece la ventaja de poder trabajar al mismo nivel de eficiencia, pero empleando menos recursos económicos.
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